Carrefour Argentina aseguró que ”deseamos transmitir tranquilidad a nuestros clientes asegurándoles que no existe ningún componente extraño en los budines marca Carrefour".
"Se trató de una adulteración en la etiqueta, producto de una broma de mal gusto por parte de un empleado de la empresa que provee los budines de nuestra marca", explicó.
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