jueves, 9 de enero de 2014

Comer cereales: ¿es saludable?

He encontrado este estudio que está muy bien organizado y controlado. Aunque la cantidad de personas es bastante baja para mi gusto (n = 12) creo que deja unas conclusiones bastante claras.


Paso a resumirlo:
  • Participaron  doce adolescentes obesos.
  • Ingreso al centro de investigación  la noche anterior. Se les proporciono una  cena y una merienda antes de acostarse (el mismo cada vez).
  • Por la mañana, se les dió de comer a uno de tres desayunos diferentes, cada uno con valor igual de calorías pero variando drásticamente su composición.
  • Se hicieron análisis de sangre y la percepción subjetiva de hambre cada 30 minutos.
  • Se les dio de comer  la misma comida para el almuerzo.
  • Se hicieron análisis de sangre y la percepción subjetiva de hambre cada 30 minutos
  • Se les permitió que pidieran comida a cualquier hora después de la comida. Se midió cuándo y cuánto comían.


Como eran el desayuno y el almuerzo
  • Desayuno índice Glicémico (IG) ALTO: Avena instantánea con leche al 2%, una cucharada de crema, y glucosa además de un "edulcorante artificial" no especificado. La leche se trató con lactasa para aumentar GI. Composición: 64% de calorías de hidratos de carbono, 16% de proteína, 20% de la grasa.
  • Desayuno índice Glicémico MEDIO: avena cortada, preparada como antes-pero sin la lactasa, y con fructosa en vez de glucosa y edulcorante. La composición de macronutrientes la mima que la anterior.
  • Desayuno índice Glicémico BAJO: tortilla de verduras hechas con un huevo entero y una clara de huevo, queso bajo en grasa, espinaca y tomate, además pomelo y rodajas de manzana y Composición:  40% de carbohidratos, 30% de proteína, 30% de grasa.



Como era  de esperarse después de media hora todos los desayunos produjeron una reducción significativa del nivel de hambre. El nivel de hambre empezó a aumentar a medida que pasaba el tiempo después del desayuno. Sin embargo en todo momento el nivel de hambre del grupo que comió el desayuno con índice glicémico BAJO (Indice glicémico lo resumiremos como IG) fue siempre menor que los niveles de hambre de los otros dos desayunos. Cinco horas despues (mas o menos el tiempo entre desayuno y almuerzo) el nivel de hambre del grupo con desayuno IG BAJO Y MEDIO era un 65% mas alto que el nivel de hambre del grupo con desayuno IG bajo.

A los participantes de les dió la misma comida para el almuerzo que tuvieron para el desayuno. Durante los siguientes cinco horas, se les permitió solicitar alimentos y comer todo lo que querían, con la frecuencia que quisieran. Resultados:


Observen que el grupo que se alimentó con el desayuno IG BAJO recién pidió alimentos a las tres horas y que el comió el desayuno de IG ALTO ya estaba pidiendo comida una hora después del almuerzo. La cantidad de energía acumulada (es decir la cantidad de alimentos consumidos) por el grupo que se alimentó con el desayuno-almuerzo de bajo IG (barra blanca) siempre fue menor a lo que solicitaron los que comieron los otros dos desayunos (barras gris y negra). Las personas que desyunaron y almozaron con IG Bajo comieron 81& menos durante las siguientes 5 horas y solicitaron alimento recién a las tres horas después del almuerzo.

También hubo diferencias en lo que pasa a nivel sangre pero eso es demasiado técnico como para ponerlo acá. Basta con decir que el desayuno con IG ALTO realmente crea un ambiente hormonal que propicia el sentirse con hambre después de la ingesta del alimento. Les dejo la gráfica con los resultados:





2 comentarios:

  1. Es muy importante incrementar a la dieta diaria los cereales, ya que aportan excelentes vitaminas al cuerpo les dejo un link donde pude encontrar buena info sobre el tema
    ingrese aquí saludos.

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